Parto #1
A la entrega de turno:
Primigesta
Emb 40 sem
Membranas rotas
Completa
II plano
No hubo tiempo para ponerse nerviosa. Recibimos turno, la profe Teté y yo examinamos a Yessenia y la cabeza de Belén ya estaba en III plano. La preparamos para el parto, le pregunté a ella si le habían enseñado a pujar en los talleres prenatales del consultorio o ahí durante el trabajo de parto y me dijo que no. Le expliqué las cosas básicas y dirigí el pujo, con la profe Teté al lado. Me entregó la jeringa cargada con lidocaína y me pidió que infiltrara para hacer la episiotomía. Le expliqué que jamás había hecho una y me sacó del campo. Miré con atención, intentando que no se me escapara ningún detalle. "Ya, ahora protege periné y afirma la cabeza, que no se te vaya a desgarrar hacia arriba".
Las manos me temblaban, el matrón de RNI me dio ánimo y todo terminó tan rápido como empezó. Redujimos circular de cordón, pincé, corté, Belén estaba bien. Me senté a esperar el alumbramiento, que finalmente dirigimos con maniobra de Credé. Dublín y placenta completa.
"Ya, revisa el canal y haz la episiorrafia". Al principio vi pura carne abierta, pero luego pude identificar los planos de sutura mucho más fácilmente que con los desgarros que había visto en HLF. Tal vez la vieja escuela tiene razón, pensé, y es mejor una episiotomía bien dirigida que un desgarro para cualquier lado. Suturamos con punto corrido en vagina, punto separado en planos profundos y medios y para piel la profe Teté me enseñó el punto Donati (ya me lo había mencionado antes el profe Nico). No estuvo tan mal, la sutura quedó funcional y no se veía fea (aunque tampoco era un trabajo de cirujano).
De alguna forma sentí el proceso como algo muy mecánico, no tan lejano a lo vivido en HLF, a pesar de lo radicalmente diferente del entorno.
Primigesta
Emb 40 sem
Membranas rotas
Completa
II plano
No hubo tiempo para ponerse nerviosa. Recibimos turno, la profe Teté y yo examinamos a Yessenia y la cabeza de Belén ya estaba en III plano. La preparamos para el parto, le pregunté a ella si le habían enseñado a pujar en los talleres prenatales del consultorio o ahí durante el trabajo de parto y me dijo que no. Le expliqué las cosas básicas y dirigí el pujo, con la profe Teté al lado. Me entregó la jeringa cargada con lidocaína y me pidió que infiltrara para hacer la episiotomía. Le expliqué que jamás había hecho una y me sacó del campo. Miré con atención, intentando que no se me escapara ningún detalle. "Ya, ahora protege periné y afirma la cabeza, que no se te vaya a desgarrar hacia arriba".
Las manos me temblaban, el matrón de RNI me dio ánimo y todo terminó tan rápido como empezó. Redujimos circular de cordón, pincé, corté, Belén estaba bien. Me senté a esperar el alumbramiento, que finalmente dirigimos con maniobra de Credé. Dublín y placenta completa.
"Ya, revisa el canal y haz la episiorrafia". Al principio vi pura carne abierta, pero luego pude identificar los planos de sutura mucho más fácilmente que con los desgarros que había visto en HLF. Tal vez la vieja escuela tiene razón, pensé, y es mejor una episiotomía bien dirigida que un desgarro para cualquier lado. Suturamos con punto corrido en vagina, punto separado en planos profundos y medios y para piel la profe Teté me enseñó el punto Donati (ya me lo había mencionado antes el profe Nico). No estuvo tan mal, la sutura quedó funcional y no se veía fea (aunque tampoco era un trabajo de cirujano).
De alguna forma sentí el proceso como algo muy mecánico, no tan lejano a lo vivido en HLF, a pesar de lo radicalmente diferente del entorno.
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